La mayoría de los que llegamos al trading tenemos un objetivo muy similar, en algún momento llegar a vivir del trading, por lo que no es raro que en las conversaciones con los aspirantes a mi mentoría me digan:
“Quiero vivir del trading. Estoy cansado de mi trabajo, quiero libertad, tiempo con mi familia, dinero para poder viajar…”.
Cuando empecé, creía que el objetivo era ganar lo suficiente para dejar todo lo demás, obtener suficiente dinero al mes para cubrir mis gastos. Quería vivir del trading lo antes posible, como si fuera una meta que se alcanza con velocidad y no con proceso.
Pero pronto descubrí que esa mentalidad me estaba jugando en contra. Imagina un deportista profesional que pasa su tiempo pensando solo en levantar un trofeo, pero sin haber entrenado nunca ni la técnica ni la resistencia mental necesarias para competir.
Así como en el deporte, en el trading no ganas porque deseas el resultado, ganas porque te conviertes en el tipo de persona capaz de sostenerlo.
Vivir del trading no debería ser tu objetivo
Lo sé, suena contradictorio, pero es la verdad que pocos te dicen: vivir del trading no debería ser tu objetivo.
Vivir del trading debería ser la consecuencia natural de un proceso de crecimiento, disciplina y autoconocimiento.
Llevo ya muchos años dedicado al trading, y sé que muchos llegan al trading buscando libertad, pero terminan atrapados en la frustración. ¿Por qué? Porque centran toda su energía en el dinero, no en el desarrollo del sistema, la mentalidad y la gestión emocional que lo generan.
Imagina ahora un empresario que quiere que su negocio facture millones, pero no entiende a su cliente, no domina sus números ni tiene procesos establecidos. O un corredor que se registra a una maratón sin haber entrenado más de cinco kilómetros.
En ambos casos, el resultado es el mismo: abandono, frustración y pérdida de confianza.
El trading no es una carrera corta. Es una actividad mental, un negocio y un estilo de vida que exige constancia.
Primero te formas, luego te transformas
Me gusta traer a colación en mis artículos la película En busca de la felicidad, seguramente es porque siempre me ha parecido una historia real supremamente inspiradora, en una escena, Chris Gardner (interpretado por Will Smith) corre entre calles, trenes y entrevistas, con el sueño de darle una vida mejor a su hijo. Pero por más que lo intenta no lo logra de la noche a la mañana. Lo logra porque se transforma internamente antes de que su realidad cambie externamente.
En el trading ocurre igual: no se trata de ganar dinero rápido, sino de convertirte en alguien que puede ganar dinero de forma consistente.
Antes de lograr independencia financiera, tienes que lograr independencia emocional. Antes de dominar el mercado, tienes que dominar tu mente.
Vivir del trading no llega cuando “aprendes la estrategia mágica”, sino cuando desarrollas hábitos sólidos:
- Te levantas con propósito.
- Analizas sin ansiedad.
- Aceptas pérdidas sin perder confianza.
- Te enfocas en el proceso, no en el resultado.
Así es, parece un trabalenguas, pero en el trading, el dinero llega cuando tu mentalidad deja de depender del dinero.
El error de buscar libertad sin disciplina
Todos queremos libertad, pero pocos entienden que la libertad real solo se construye con disciplina.
El mercado no premia al impaciente, sino al que entrena cada día su mente y su sistema.
Cuando cambias tu enfoque de “quiero vivir del trading” a “quiero aprender a pensar como un trader profesional”, tu curva de crecimiento cambia por completo.
Dejas de obsesionarte con el resultado y comienzas a disfrutar el camino.
Y cuando disfrutas el camino, los resultados llegan.
El proceso vale más que el resultado
Hoy quiero dejarte una frase que me gustaría que mantuvieras a la vista cada día de trading:
“No intentes vivir del trading. Intenta vivir como un trader.”
La diferencia es enorme.
El primero se enfoca en el destino. El segundo, en el proceso.
Cuando entrenas como un atleta, estudias como un ingeniero y piensas como un empresario, el resultado se vuelve inevitable.
Porque el trading no se trata solo de gráficos y números, sino de carácter, mentalidad y propósito.
No haces trading para escapar de algo, sino para construir algo: una vida con propósito, equilibrio y libertad elegida, no improvisada.
Conclusión: el verdadero objetivo
Si hoy estás en ese punto en el que sientes que “vivir del trading” es el sueño que te impulsa, no apagues esa chispa. Solo cámbiale el enfoque.
No persigas el dinero, persigue tu mejor versión.
No busques resultados, busca consistencia.
No corras detrás de libertad, entrénate para merecerla.
Cuando logres eso, un día mirarás atrás y te darás cuenta de que ya vives del trading, pero no porque lo buscaste, sino porque te convertiste en el tipo de persona capaz de hacerlo realidad.
Espero que este artículo te haya sido útil e interesante. Si quieres saber más sobre el mundo del trading y cómo puedo ayudarte a convertirte en un trader exitoso, te invito a unirte a mi blog, dejarme tus comentarios y a tomar mi mentoría personalizada. Estaré encantado de llevarte a ser rentable en el trading.
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