Hoy te voy a contar cómo es el día a día de un trader intradía, es decir, de alguien que compra y vende activos financieros en el mismo día, aprovechando pequeños movimientos del mercado.
Lo primero que debes saber es que el trading intradía requiere de tiempo, dedicación, disciplina y una buena gestión del riesgo. No se trata de apostar o de dejarse llevar por las emociones, sino de seguir una estrategia bien definida y adaptada a tu perfil y objetivos.
Sin embargo, esto no significa que tengas que estar todo el día pegado a la pantalla. De hecho, uno de los beneficios del trading intradía es que puedes adaptarlo a tu horario y disponibilidad. Solo necesitas algunas horas al día y a la semana para ser trader intradía, siempre que elijas los momentos más adecuados para operar.
Un trader intradía suele empezar su jornada revisando las noticias económicas y financieras que pueden afectar a los mercados en los que opera. Por ejemplo, si opera con divisas, debe estar atento a los datos macroeconómicos, las decisiones de los bancos centrales, las tensiones geopolíticas y otros factores que puedan generar volatilidad. También debe analizar los gráficos de precios de los activos que le interesan, buscando patrones, tendencias, soportes, resistencias y otros indicadores técnicos que le ayuden a identificar oportunidades de entrada y salida.
Una vez que tiene una idea clara de la situación del mercado, el trader intradía abre su plataforma de trading y selecciona los activos con los que va a operar. Lo recomendable es escoger mercados con alto volumen y liquidez, que le permitan una ejecución rápida y precisa de sus órdenes. Algunos ejemplos son el EUR/USD, el GBP/USD y el USD/JPY en el mercado forex.
El trader intradía puede llegar a realizar varias operaciones al día, buscando obtener beneficios en cada una de ellas. Para ello, utiliza un apalancamiento moderado, que le permite multiplicar su capital pero también su riesgo. Por eso, es fundamental establecer un nivel de stop loss y de take profit para cada operación, así como un límite de pérdidas diario. De esta forma, el trader intradía controla su exposición al mercado y evita perder más de lo que puede asumir.
El trader intradía cierra todas sus posiciones al final del día, sin dejar ninguna abierta durante la noche. De esta forma, evita el riesgo de gap o salto de mercado, que se produce cuando el precio de apertura es muy diferente al de cierre del día anterior. También evita pagar los costos de financiación nocturna o swap, que se cobran por mantener una posición abierta más allá del cierre del mercado.
Finalmente, el trader intradía revisa su rendimiento diario, analizando sus aciertos y errores, sus ganancias y pérdidas, sus emociones y su disciplina. Así puede aprender de su experiencia y mejorar su estrategia para el día siguiente.
Como ves, el trading intradía es una actividad exigente pero también apasionante y flexible en el manejo del tiempo. Si quieres convertirte en un trader intradía exitoso, te invito a seguir mi blog y a contactarme para recibir mi asesoramiento personalizado. Juntos podemos lograr tus metas financieras.
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