¿Por qué me convertí en trader después de 20 años como empresario?

Si me hubieras preguntado hace unos años si me veía como trader, probablemente te habría dicho que no. Después de todo, llevaba más de dos décadas dedicado al mundo empresarial, creando y gestionando proyectos en diferentes sectores y tamaños. Tenía una vida cómoda, estable y exitosa.

¿Qué me impulsó a cambiar de rumbo y dedicarme al trading?

La respuesta es simple: el desafío. Siempre me ha gustado aprender cosas nuevas, enfrentarme a retos y salir de mi zona de confort. El trading me ofrecía la oportunidad de hacer todo eso y más. Me atraía la idea de poder operar en los mercados financieros desde cualquier lugar y en cualquier momento, sin depender de nadie más que de mí mismo. Me fascinaba la posibilidad de aplicar mis conocimientos, habilidades y experiencia a un campo tan dinámico, complejo y competitivo como el trading.

Además, el trading me permitía combinar dos de mis pasiones: la psicología y la tecnología. Por un lado, el trading es un juego mental, donde hay que controlar las emociones, tener disciplina, confianza y autoconocimiento. Por otro lado, el trading es una actividad que requiere de herramientas tecnológicas avanzadas, como plataformas, indicadores, robots, sistemas automáticos, etc. Me encanta estar al día de las últimas novedades y tendencias en ambos ámbitos.

Por supuesto, el trading no es un camino de rosas. Tiene sus riesgos, dificultades y frustraciones. Requiere de mucho estudio, práctica y constancia. No es una forma fácil ni rápida de ganar dinero. Pero tampoco lo es el emprendimiento. Y yo he aprendido a disfrutar del proceso, a celebrar los éxitos y a aprender de los errores.

Por eso me convertí en trader después de 20 años como empresario. Porque me apasiona lo que hago, porque me divierte, porque me hace crecer y porque me da libertad.

Y tú, ¿te animas a probarlo? 👍🏼


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